sábado, 2 de marzo de 2013

el orden

Marguerite Duras decía que no podía escribir con la cama deshecha. que el orden era necesario. que el orden llama al orden. 

entonces sí lo entiendo todo, puedo decir ¿ves? ese es el problema, el problema es que

casi nunca hago la cama.

odio hacer la cama.

lo del orden. lo intento. lo intento. me paso una mañana o una tarde o una noche ordenando todo, las estanterías, los montones y montones de libros y todo, lo ordeno todo pero luego abro cualquier cajón y aparecen una docena de post-it con listas de nombres, nombres, nombres: jóvenes cuentistas hispanoamericanos películas que quiero ver libros que quiero leer fotógrafos eróticos escritoras medievales ilustradores japoneses el caos un sindiós la vorágine lo inordenable lo inorbenadle lo idnenaobrle.

y luego hay seiscientos folios ahí, en un montón, riéndose de mí porque de momento soy incapaz de ordenarlos. los muy putos. es como ser un torpe jugando al tetris y sentirte gilipollas. no sé si you know what i mean. luego hay una docena de cuadernos a medias, una carpeta gorda con relatos y poemas de hace muuucho y una docena de diarios completos y una docena de diarios en blanco o mejor dicho pálidos mientras temen que les llegue la hora.